Qué hacer para sobrevivir cuando golpea un desastre

"Eran las 5:13 a.m. cuando se comenzó a escuchar en el vecindario un sonido como el de corrientes de aguas de un rio. Salí al corredor de la casa y me asomé por las rejas de la barda, cuando vi que grandes afluentes de agua corrían por la calle como ríos. Corrí a despertar a mi familia y a querer salvar algunos aparatos electrónicos, pero el agua ya estaba ingresando a la casa en cantidades asombrosas". (Erick)

Terremoto, huracán, ataque terrorista, tiroteo en una escuela. Con demasiada frecuencia, estas palabras aparecen en los titulares de las noticias. Claro, una cosa es leer sobre un desastre y otra muy distinta, vivirlo en carne propia. ¿Qué hacer antes, durante y después de un desastre para aumentar las posibilidades de sobrevivir?

ANTES: PREPÁRESE

TODOS estamos expuestos a sufrir un desastre. Por eso, la preparación es la clave para sobrevivir. Tenga en cuenta estos factores:

• Mentalícese. Acepte el hecho de que los desastres ocurren y de que usted y su familia pueden sufrir uno algún día. Si se prepara después de que el desastre haya sucedido, será demasiado tarde.

• Infórmese sobre los desastres que pueden ocurrir en la zona. Localice los refugios. Analice si la estructura y la ubicación de su casa son lo más seguras posible. Elimine los riesgos de incendio. Instale detectores de humo y cámbiele las pilas las pilas al menos una vez al año.

• Prepare suministros de emergencia. Los servicios de electricidad, agua, teléfono y transporte pueden fallar. Si tiene un vehículo, procure que el tanque de gasolina esté por lo menos a la mitad. En su hogar tenga siempre alimentos , agua y una mochila de emergencia.

• Tenga a mano los números de teléfono de amigos que vivan tanto cerca como lejos.

• Elabore un plan de escape y ensáyelo. Sepa cuales son las salidas de emergencia más cercanas del lugar donde esté y conozca el plan de emergencia de escuela de sus hijos. Defina con su familia un lugar de encuentro cerca de casa y otro fuera del vecindario, como una escuela o una biblioteca pública. Los expertos recomiendan tener sesiones de práctica para llegar caminando a esos sitios.

DURANTE: ACTÚE CON RAPIDEZ

"Cuando mi familia despertó por mis llamados y gritos, no entró en pánico, más bien se demoraron -cuenta Erick, mencionado al principio- Algunos tomaron un poco de agua, otros fueron al baño a evacuar y su esposa hasta le dijo que quizás deberían esperar". Aunque toda su familia no sabía qué hacer Erick les gritó: "Tenemos que salir de la casa y subir al techo ya". Con eso todos los miembros de su familia reaccionaron y lo siguieron utilizando una escalera que él tenía. Erick les gritaba: "¡Si alguien se cae, grite fuerte y el que va delante del él debe ayudarlo y sigan avanzando, unidos lo lograremos!".

• En una inundación: Quédese fuera de las edificaciones inundadas. No camine ni conduzca por el agua, pues puede contener aguas negras y ocultar peligros, como escombros, alcantarillas abiertas o líneas de electricidad que hayan caído.

• En un incendio: Manténgase agachado y diríjase rápidamente a la salida más próxima. El humo dificulta la visibilidad. En los incendios, la mayoría de las víctimas mortales se producen por la inhalación de humo. No recoja sus cosas; unos segundos pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

• En un terremoto: Métase debajo de una mesa maciza o quédese en la esquina de una pared interna o un muro de carga. Probablemente haya réplicas, así que salga del edificio cuanto antes y manténgase alejado de él, en un terremoto los edificios que son altos y poseen cristales, comúnmente se quiebran y caen desde lo alto. Como los equipos de rescate quizás tarden horas en llegar, trate de ayudar a otras personas que lo necesiten.

• En un Tsunami: Si el mar se aleja repentinamente de la costa, corra a una zona más elevada y quédese allí, porque vendrán otras olas más grandes.

• En un tornado o un huracán: Vaya inmediatamente a un refugio para tormentas o un sótano.

• ¿Lo sabía? Una corriente de agua de 60 centímetros (2 pies) de profundidad puede arrastrar un automóvil. La mayoría de las muertes en una inundación se produce al intentar conducir a través de agua en movimiento.

• Si las autoridades ordenan evacuar, ¡hágalo de inmediato! Dígales a sus amigos y familiares dónde está, porque si no, tal vez ellos arriesguen su vida buscándolo.

• ¿Lo sabía? Los mensajes de texto pueden funcionar mejor que los servicios de llamadas telefónicas.

• Si las autoridades le ordenan quedarse en casa o en un edificio, obedezca. En caso de un accidente o ataque químico, biológico o nuclear, no salga, apague la ventilación y selle puertas y ventanas. Si se trata de una emergencia nuclear, vaya a la parte más baja del edificio para reducir la exposición a la radiación. Escuche las noticias de la radio o la televisión. No salga hasta que las autoridades anuncien que el peligro ha pasado.

DESPUÉS: MANTÉNGASE A SALVO

A fin de evitar riesgos y contagios, tenga en cuenta las siguientes sugerencias:

• Quédese con amigos, si puede, en vez de quedarse en un campamento.

• Mantenga limpio el lugar donde viva.

• Use su propio equipo de protección cuando remueva escombros. Lo mejor es trabajar con guantes, calzado resistente, casco y mascarilla. Tenga cuidado con los cables eléctricos y las brasas escondidas.

• Conserve su rutina en la medida de lo posible. Sus hijos necesitan verlo tranquilo y que no pierda la esperanza. Sigan con las lecciones escolares, jueguen en familia. No vea constantemente las noticias de la tragedia y no descargue su ansiedad o frustración con su familia. Acepte ayuda y ayude a los demás.

• Recuerde que los desastres causan perdidas. Los gobiernos y los servicios de rescate se concentran en ayudar a la gente a sobrevivir, no a reemplazar las cosas que ha perdido. Y para sobrevivir, lo que se necesita es agua potable, comida, ropa y un refugio para las inclemencias del tiempo.

• Identifique los daños emocionales y deles atención. Suelen aparecer después de un tiempo. Entre los síntomas están la ansiedad, la tristeza, los cambios de humor y la dificultad para pensar, trabajar o dormir. Hable con buenos amigos.

Aunque Erick y su familia sobrevivieron a aquella inundación inesperada, muchos de sus conocidos murieron. El recibió ayuda de ministros cristianos y de profesionales de la salud mental. "Me aseguraron que era normal que me sintiera tan mal, pues era parte del proceso, pero que mejoraría - explica - Después de seis meses las pesadillas disminuyeron. Otros síntomas han durado más.

Los desastres nos indignan porque sufren personas inocentes y la mayoría reacciona culpando culpándose ellos mismos. Erick confiesa: "Todavía pienso que pude haber salvado a mis vecinos de al lado pues no hice nada por avisarles". Sin embargo, no podemos cargar la culpa de lo que a otros le ocurre, eso nos causa mucho daño emocional.